By | 27/12/2020
Gracias un enfermo terminal, un joven ha obtenido un brazo ortopédico robotizado

La tecnología robótica en ciertos casos proporciona superar muros que la misma naturaleza ha formado. Hoy os presentamos la historia de Jacob Scrimshaw, un niño inglés de cinco años que gracias a una extremidad robótica ha podido abrazar por vez primera a su hermano.

Jacob Scrimshaw y su extremidad robótica funcional fija

Jacob es un joven de Calderdale, en West Yorkshire, que nació con una malformación en el brazo. Gracias a una compañía de robótica y a la tenacidad de sus progenitores, Gemma Turner y Chirs Scrimshaw, actualmente puede llevar una vida como la de cualquiera de sus conocidos.

Antes de conseguir esta proeza de la ciencia, sus progenitores se dieron de bruces con las restricciones de los Institutos Nacionales de Salud, los que ahora no financian el montaje de prótesis y brazos robóticos.

Por ello determinaron hacer notorio el caso de su hijo y crear una colecta a través de GoFundMe. En ella obtuvieron la suma de 16.000 libras, alrededor de 19.000 euros. Según han apuntado sus padres, la mayor parte de la suma la dio una persona desconocida con una enferma terminal.

Una vez logrado el dinero, se tuvieron que hacer frente al desafío de realizar una prótesis fija desde el hombro que estuviese articulada desde el propio codo. Para ello contaron con la ayuda de una ingeniería especializada en tecnología robótica. La prótesis creada es de color verde, del mismo color que la piel de Hulk, el ídolo preferido del pequeño Jacob. Consta de una mano modular y un mecanismo de enganche que le permite manipular objetos.

El proyecto ha sido todo un triunfo y al joven Jacob solamente le falta empezar a saborear de una vida más admisible de la “mano de la robótica”.

Te recomendamos: