By | 11/11/2021
El software que ha detectado el coronavirus es el mismo que encontró el virus Zika en 2014

No deja de sorprender a la comunidad científica la facultad que tiene la IA para elaborar pronósticos y proteger de una forma u otra a la humanidad. Los avances que en la medicina se están sucediendo no cesan de asombrarnos.

Os mostramos cómo la IA ha podido aventajar a los humanos en el momento de descubrir que el coronavirus de Wuhan era una nueva cepa y de qué modo se iba a transmitir por el planeta.

Un método con algoritmos de Inteligencia Artificial situado en Canadá fue quien detectó la presencia de la nueva cepa y valió para que los científicos chinos alcanzasen a dar la voz de alarma. Gracias a ella, se habrían tardado más días en localizar y en haber puesto en funcionamiento el protocolo que finalmente ha terminado aislando la región de Wuhan.

Los acontecimientos ocurrieron el día anterior a terminar el año, cuando el comité de Salud de Municipal de Wuhan alertó de la llegada de una fuerte neumonía de naturaleza desconocida. Se hablaba de alrededor de una treintena de trabajadores del mercado de Wuhan que compartían una enfermedad similar. El último día del año fue la Organización Mundial de la Salud la encargada de comunicar al mundo de la llegada de esta epidemia desconocida. 

No obstante, no se localizaba en el país asiático el individuo que iba a averiguar qué era lo que estaba pasando en Wuhan. Se hallaba en Canadá, y no era una persona, sino un programa informático que pertenece a una Startup llamada Bluedot. La entidad canadiense se acaba de hacer famosa por su logro. es capaz de estudiar en tiempo real millones de datos.

La IA ha sido educada a través de del Maching Learning o aprendizaje automático. Es un software completo capaz de comprender el lenguaje natural. Su objetivo es ser más veloz en examinar lo que está sucediendo en el mundo que la capacidad de transmisión del propio virus.  Pero no sufras, si te sirve de consuelo… el programa informático contaba con algo más de información que nosotros.